¿Cómo se prepara un biberón?, ¿es necesario esterilizarlo todo?

Ya hemos escrito en este blog que la lactancia materna exclusiva es lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud para alimentar a un niño sano hasta los 6 meses. Sin embargo, ya sea por motivos médicos o simplemente por una decisión personal, hay madres y padres que no dan el pecho a sus hijos o que abandonan en algún momento esta práctica y se pasan a las formulas artificiales, en general administradas con biberón, hasta que el niño está preparado para beber leche de vaca.

Estas madres (o padres) no son ni mejores ni peores que las que dan el pecho. Toda persona que decide traer un hijo a este mundo es maravillosa por haber tomado una decisión tan valiente. Si es vuestra primera vez, ya veréis cómo cambia la perspectiva de la vida y diréis  «¡¡Ostrás!!, no me imaginaba que esto fuera a ser así». Así que no permitáis que nadie os afee esta experiencia por dar de comer a vuestro hijo de una forma u otra. Ante todo, siempre respeto.

Pero no nos vayamos por los cerros de Úbeda, que aquí a lo que hemos venido hoy es a hablar de cómo se preparan los biberones y si es necesaria toda esa parafernalia que habéis leído en otros sitios o que os ha contado una amiga.

Ya os anticipo que, con un poco de sentido común y organización, es mucho más sencillo de lo que parece.

¿Qué leches artificiales existen para un bebé sano?

Básicamente hay dos: las Fórmulas de Inicio (o tipo 1) y las Fórmulas de Continuación (o tipo 2).

Las primeras, las de inicio, son aptas para dar a los bebés desde el nacimiento hasta los 6 meses de edad, mientras que las segundas están diseñadas para los bebes desde 6 meses hasta el año de vida.

Y os preguntaréis, ¿y a partir de los 12 meses?…. Pues lo que recomienda la Sociedad Pediátrica Europea de Digestivo, Gastroenterología y Nutrición es la leche entera de vaca. Vamos, que no hace falta comprar ninguna leche especial a partir de esa edad, cosa que ya os contamos en otro post. Por este motivo, solo habrá que preparar biberones con leche en polvo hasta los 12 meses de edad.

Por otro lado, habréis visto en el mercado muchas otras leches con nombres especiales: que si anticólicos, que si antiestreñimiento, que si antirreflujo, semihidrolizadas… La mayoría de ellas no han demostrado eficacia para apaciguar las patologías que mencionan en su nombre y, en cualquier caso, deberían ser indicadas siempre por un pediatra.

Antes de empezar, ¿debo esterilizarlo todo?, ¿y entre toma y toma?

No existe ninguna recomendación oficial por parte de la Academia Española de Pediatría al respecto de que sea necesario esterilizar los biberones antes o después de una toma. Se que esto va a cortocicuitar los esquemas mentales que muchos teníais, sobretodo teniendo en cuenta que esa recomendación te la habrá dado una amiga o tu propia madre. Pues, sintiéndolo mucho, no es necesario.

Sin embargo, lo que está recomendado es limpiar muy bien el biberón después de su uso, tanto el recipiente como la tetina. Emplea agua y jabón de fregar, asegurándote que no quedan restos de leche, luego acláralo bien y déjalo secar al aire. De vez en cuando, también puedes meter los biberones en le lavaplatos, siempre y cuando el fabricante no diga lo contrario. Allí se lavarán con agua muy caliente que, al fin y al cabo, es algo parecido a esterilizar.

¿Necesitas una explicación de porqué no es necesaria la esterilización?, pues muy sencillo. Las bacterias que pueden contaminar un biberón lo harán si hay leche en él. Por tanto, si lo limpias bien, no habrá «caldo de cultivo» y no se contaminarán. Piensa en este ejemplo: antes de beber de un vaso de agua, ¿lo esterilizas?, seguro que no. Por mucho que este ahí en un estante de la cocina, si esta limpio y seco, no se contamina por bacterias del ambiente, ¿no?. Pues con los biberones, si están limpios, pasa lo mismo.

Si eres muy aprensiva de la limpieza y sientes la necesidad de esterilizarlo todo después de cada toma, puedes hacerlo, no estarás haciendo nada perjudicial para tu bebé. Como mucho estarás perdiendo el tiempo…

Lo que sí que debes hacer antes de empezar a preparar el biberón de tu hijo es lavarte bien las manos con agua y jabón, al igual que haría una madre que va a dar el pecho a su hijo o se quiere extraer con un sacaleches.

¿Cómo se prepara un biberón de leche artificial?

Ya tenemos el tipo de la leche en polvo y el recipiente, el biberón. Ahora toca hablar de cómo preparar el bibe para dar de comer al retoño.

Todas las leches, independiente de la marca o de si son de inicio o de continuación, se preparan igual.

La proporción de agua y cacitos es siempre la misma. Se debe poner 30 ml de agua (1 onza) por cada cacito raso de polvo. Y como no se pueden preparar medios cacitos, lo biberones siempre se prepararán «de 30 en 30». De esta forma tendremos biberones de 30ml, 60ml, 90ml, 120ml o 150ml… y así hasta el infinito y ¡¡más allá!!.

¿Qué agua debo utilizar?

Seguro que habrás oído que el agua de los bebés debe ser mineral… pues es una verdad a medias, no siempre es necesario.

Si en donde vives el agua del grifo es apta para consumo humano podéis usarla. Si por el contrario no es potable o sois vosotros mismos los que usáis agua mineral porque «la del grifo no sabe bien» o, como se dice a veces, «tiene mucha cal y sales», solo en estos casos, debéis usar agua mineral para preparar un biberón.

Un ejemplo buenísimo es el agua de Madrid que, como todo el mundo sabe, es una autentica maravilla y se puede usar directamente del grifo al biberón.

En el caso de que decidáis utilizar agua envasada, elegid las que tengan bajo contenido en sales (a veces en el envase pone «de mineralización débil»).

Las diferentes marcas que fabrican leche recomiendan hervir el agua antes de usarla. Esto se debe a que no pueden garantizar que en el proceso de fabricación quede alguna bacteria que contamine le leche. La forma de prevenir esto sería hirviendo el agua para que, con ese agua caliente, se murieran las posibles bacterias que hubiera en los polvos. Si siguiéramos esta recomendación, deberíamos hervir tanto el agua del grifo como la embotellada y hasta que dejáramos de dar leche artificial a nuestro hijo (hacia los 12 meses, ¿verdad?). Sin embargo, la OMS, en su documento de cómo preparar un biberón, nos dice que en caso de no disponer de agua hirviendo no sería imprescindible y que siempre podríamos utilizar agua del grifo (si está es apta para consumo humano) o embotellada y administrar el biberón nada más prepararlo. Aquí te dejo también el link a la web de familias de la Asociación Española de Pediatría en la que tampoco figura que sea imprescindible hervir el agua.

Recuerda que si finalmente hierves el agua, debes esperar a que se enfríe para que tu bebé no se queme al tomarla. Este proceso puede llevarte de 15 minutos a media hora, así que organízate con tiempo.

¿Cómo caliento el agua?

Para poder diluir bien los polvos de leche, debéis calentar primero el agua.

Se puede hacer de varias formas. Por ejemplo, podéis calentar el agua en un cazo al fuego, pero vigilad que no se caliente mucho. Otra forma es en el microondas, el cual es muy útil porque tras unas cuantas veces de haberlo probado sabes los segundos exactos que necesitas para calentar tu biberón (ojo las primeras veces: el agua se calienta muy rápido!!)

Siempre debéis probar la temperatura del agua antes de dar el biberón al crío, por ejemplo en el dorso de la mano, para comprobar que no está muy caliente, y siempre es mejor un poco tibia que muy caliente.

También podéis utilizar un calientabiberones. Son unos cacharros que ocupan mucho espacio y que sirven para meter el biberón con agua y que te lo lleven a la temperatura elegida. Nosotros no hemos tenido nunca uno y dudamos que realmente se le saque partido a la inversión si es que ya tenéis un microondas en casa. Además, solo sirven para calentar el agua, no debéis dejar nunca un biberón preparado con leche en un calientabiberones.

¡¡Añade el polvo y agita!!

Una vez que tengas el agua caliente en el biberón, añade los cacitos correspondientes al volumen que has preparado. Recuerda que los cacitos deben ser rasos, es decir, ni medios cacitos, ni colmados. Es muy importante que tengas en cuenta esta recomendación ya que, si preparas la leche en otra proporción, puede ser perjudicial para tu bebé.

Una vez los cacitos estén junto al agua caliente en el biberón, pon la tetina y ciérralo con la tapa. Si no haces esto, cuando lo agites, saldrá todo volando y lo pondrás todo perdido…. Agita bien el biberón para que la mezcla sea homogénea y no quede con grumosvoila!! Listo para tomar!!

Un truco: comprueba la temperatura del agua del biberón ANTES de echar los polvos. Esto te permitirá corregir la temperatura y no tener que estar esperando a que se enfríe la mezcla. Pero ojo, lo que no vale es tirar un poco de leche preparada y añadir más agua para que se temple, ya que estarías cambiando la proporción de agua-cacitos.

¿Qué cantidad de biberón le doy al niño?, ¿tengo que sacarle los gases?

La cantidad de leche que debes dar a tu hijo es aquella que le proporcione la energía suficiente para que crezca y se desarrolle adecuadamente.

Y dirás, «pero eso, ¿cuánto es?». Pues algo parecido le pasa a las mamás que dan el pecho, que realmente no saben lo que comen sus hijos y se tiene que fiar de que la ganancia de peso y el desarrollo sea adecuada.

Los pediatras, según el peso del niño, sabemos qué cantidad de volumen de leche debe tomar un niño. Sin embargo, son cantidades orientativas porque cada niño es un mundo.

Como norma general, puedes preparar una cantidad y cuando veas que se termina todos los biberones de esa medida, pases a la siguiente.

Por otro lado, los biberones, como el pecho, se deben dar a demanda. Lo que si es verdad es que los niños que toman biberón suelen coger un horario algo más fácil que los niños de pecho, pero esto no significa que tu hijo quiera hacer alguna toma antes de tiempo de lo que os tiene tiene acostumbrados, quiera dejarse un poco de lo que preparasteis o incluso comer más en una toma. Al final lo que importa es que a lo largo del día haya tomado una cantidad adecuada. Así que recuerda, el biberón también es a demanda.

Y volverás a pensar, «vale, yo le voy dando, ¿pero será sufiente?». Pues la respuesta es la misma. Habrá que tener paciencia y confiar en que las cosas están yendo bien, con el paso de las semanas o meses iras viendo si tu hijo crece de manera adecuada. Y ya sabes, si tienes dudas, acude a tu pediatra.

En cuanto a la postura, para darle el biberón al niño, busca una posición cómoda tanto para ti como para él. Las primeras veces te resultará complicado. Respeta su ritmo y dale su tiempo, no hace falta embutirle el biberón en 3 minutos para quitarte la tarea de encima….

Y respecto a los gases… Hay niños muy glotones que tragan aire cuando hacen una toma de biberón. Si tu bebé es uno de ellos, para que se quede más cómodo después de comer puedes «sacarles los gases». Para ello puedes sentártelo en las rodillas y ponértele en el hombro y darle unos golpecitos en la espalda de forma suave. Si no consigues que los eche pero está tranquilo despues de comer, no hace falta que insistas.

¿Qué tetina elijo?

Aquí entra el sentido común.

La mejor tetina que puedes usar es aquella que tenga un flujo lo suficientemente rápido para que la toma no se prolongue hasta el infinito pero sin que el bebé se atragante. Será cuestión de ensayo-error e ir probando cuál es la tetina que encaja mejor con tu hijo.

Ten en cuenta que cuando tu hijo crezca, tendrás que cambiar las tetinas para que el flujo sea más rápido dependiendo de la demandada del niño.

Y si me voy de casa, ¿cómo lo hago?

Aquí si que hay que tener un poco de planificación y logística antes de salir de casa.

Las mamás que dan el pecho lo llevan puesto, pero los padres que deciden dar biberón deben preparar bien las cosas antes de salir de casa para que no falte algo llegado el momento de dar la toma al niño. En caso de olvido, tendréis una visita garantizada a una farmacia o supermercado para comprar algo, que por otro lado ya tenéis en casa.

Lo más adecuado es preparar los biberones justo antes de cada toma siguiendo las recomendaciones que te hemos dicho más arriba. También puedes preparar varios biberones para más de una toma, pero lo que guardes debe estar en nevera, lo que no supone una solución en caso de que os hayáis ido de casa.

Lo que no se puede hacer es preparar un biberón y llevártelo caliente en un termo o dejarlo en un calentador hasta la siguiente toma, ya que en estos casos si que se corre el riesgo de que se contamine la leche y tu hijo se intoxique.

Lo que sí puedes hacer en estos casos es llevarte el agua caliente (solo el agua) en un termo y preparar la mezcla en el momento. Existen unos recipientes pequeños con un embudo en el que puedes añadir los cacitos que sabes que luego vas a usar y de esta forma no hace falta que te lleves todo el bote de leche en el bolso o la mochila.

Si por lo que fuera no te has podido llevar el agua caliente, siempre puedes pedir que te la calienten en algún restaurante. Como ultima medida en caso de que todo lo anterior falle, puedes preparar un biberón con agua del tiempo, lo malo es que a veces quedan grumos y, a muchos bebés, no les gusta.


Esperamos que después de leer este texto te hayan quedado los conceptos claros de lo que necesitas para dar de comer a tu hijo con una fórmula artificial y con biberón. A modo de resumen, ten en cuentas estas cosas:

  1. Elige el tipo de leche.
  2. Añade el agua al biberón.
  3. Calienta el agua (mejor tibia que muy caliente).
  4. Añade los cacitos según la regla de “un cacito por cada 30 ml”.
  5. Agita bien.
  6. Al acabar, limpia bien el biberón con agua y jabón.

El copyright de cabecera de este post pertenece a Jérôme Deco bajo una licencia CC BY 2.0.

24 comentarios · Escribe aquí tu comentario

  1. Dice ser OlgaP

    Yo sí hiervo el agua, lo preparo como recomienda Armando Bastida aquí: https://www.bebesymas.com/salud-infantil/por-que-es-recomendable-hervir-el-agua-para-el-biberon-incluso-si-es-embotellada

    Mi hijo mayor cogió Salmonella y nunca supimos cómo, así que lo hago por precaución. ¿De verdad no es necesario?

    06 agosto 2018 | 10:39 am

  2. Hola Olga!! Voy a corregir el texto porque puede llevar a engaño pero te explico por qué no es imprescindible. Las marcas que fabrican leche no pueden garantizar que en el proceso de fabricación de los polvos pueda quedar alguna bacteria. Por eso, en los botes, las marcas de leche dicen que añadas agua hirviendo a los polvos para (esto no lo ponen en el bote) así matar a las posibles bacterias que haya en los polvos. Por tanto, hervir el agua no es para esterilizar el agua. Siguiendo esta recomendación, además, habría que hervir el agua tanto del grifo como la mineral y hasta que dejes de preparar biberones de leche en polvo. Sin embargo, la OMS (http://www.who.int/foodsafety/document_centre/PIF_Bottle_sp.pdf) dice que si no se dispones de agua hierviendo se pueden preparar biberones con agua del grifo (si es apta para consumo humano) o embotellada, siempre y cuando se consuma en el momento. Un saludo y sentimos el malentendido!!

    06 agosto 2018 | 11:18 am

  3. Dice ser Patriciaggf

    Hola!
    Mi hijo está a punto de cumplir el año. Ahora toma biberón de desayuno y después de la cena (240 ml cada toma, con cereales). Cuando me toque ponerle leche de vaca, debo únicamente no calentarla, no es así? Y añadir los cereales como siempre?

    Muchas gracias. Vuestros posts son muy útiles!

    10 septiembre 2018 | 12:40 pm

  4. Puedes calentarla para consumirla en el momento, en el fondo es igual que tomarte un vaso de leche!! Los cereales se lo puedes añadir como a la leche de fórmula. Un abrazo!!

    10 septiembre 2018 | 4:37 pm

  5. Dice ser Roser

    Hola!!!
    Primero de todo, gracias por el trabajo de divulgación que hacéis, felicidades!!! Y mucha suerte en los premios Madresfera!!🤞🏻🤞🏻🤞🏻
    Respecto al tema de los bibis, qué hay que tener en cuenta a la hora de escoger una? Sé que está muy legislado el tema, pero quisiera saber si realmente algunas llevan más cantidad de azúcar que otras en forma de lactosa, para poder evitarlas.

    Gracias!!!

    11 marzo 2019 | 10:21 pm

  6. Hola Roser!! La composición de las leches tipo dos están reguladas por ley de tal forma que todas tiene la misma cantidad de azúcares (lactosa, que es el principal de la leche), grasas y proteínas. Lo que las hace diferentes son los añadidos que les pueden hacer intentando que sean más completas como probióticos, prebióticos, omega3, la forma y procedencia del ácido palmítico… un saludo y gracias por tus deseos de suerte para los premios Madresfera!!

    12 marzo 2019 | 8:20 am

  7. Dice ser Mila

    Hola! Acabo de llegar aquí buscando la solución a la polémica sobre si hervir el agua o no. Hemos comprado un cacharro preparador de biberones, pensando que saldría el agua ya hervida o esterilizada y resulta que sale templadita en 30 segundos, lo cual es una maravilla para la barriga impaciente de mi bebé de 1 mes, pero no me he atrevido a dárselo al no haberse hervido. Por otro lado el método que utilizábamos hasta ahora (y también con nuestra primera hija) era hervir medio litro de agua y meterlo en un termo y de ahí hasta que se acababa o enfriaba. Y vuelta a empezar. Lo cual nos deja (y me acabo de enterar ahora) con que sólo preparábamos correctamente el primer biberón después de llenar el termo enseguida, según el fabricante de la leche claro. Entonces ahora me encuentro en la tesitura de, hago caso a la OMS y a la AEP y sigo dando bibis hechos con agua templadita o bien me pongo a hervir todos y cada uno de los bibis según laboratorios Ordesa? O mitad y mitad?
    La ignorancia da la felicidad, de verdad! 🤣

    26 marzo 2019 | 3:14 pm

  8. Si preparas el biberón y se lo das de inmediato, la OMS considera aceptable que no se hierva el agua, como por ejemplo, cuando estas fuera de casa y no tienes a mano algo para hervir 😉

    26 marzo 2019 | 4:25 pm

  9. Dice ser Sol

    Ante todo muchas gracias por vuestra divulgación. Decís que si salgo de casa puedo llevarme en un termo el agua caliente y añadirle los polvos justo antes de que el niño se tome el biberón. Sin embargo, mi pediatra me ha recomendado lo contrario: llevar en el termo ya caliente la leche mezclada, porque si la finalidad de hervir el agua es matar a las bacterias, lo suyo es echar los polvos con el agua caliente recién hervida. No? 🤔

    17 octubre 2019 | 5:45 pm

  10. Efectivamente, lo de calentar el agua a 70° es para matar las bacterias que pueda haber en el polvo. Sin embargo, llevar la leche ya preparada en el termo durante horas hasta que se tome el bibe un niño es una imprudencia ya que es el caldo de cultivo perfecto para que crezcan durante el tiempo que están ahí a la espera de que se haga la toma. Por ello, tampoco está recomendado dejar los bibes ya preparados en el calientaniberones por la noche a la espera de que el niño los reclame. Lo que dice la OMS es que, en caso de ños disponer de agua a 70°, es tolerable preparar el biberón con agua a la temperatura que se tenga siempre y cuando se vaya a tomar de inmediato. Este es el documento de la OMS en el que puedes leer lo que te decimos (Justo al final) https://www.who.int/foodsafety/publications/micro/PIF_Bottle_sp.pdf Un saludo!!

    17 octubre 2019 | 6:53 pm

  11. Dice ser Victor

    Primero de todo, felicitarte por el excelente blog que descubrí esta semana pasada, con motivo de mi reciente paternidad.

    Tengo una duda bastante sencilla, y, quizás absurda o de buscarle demasiadas vueltas al asunto. Voy al grano:
    Preparo los biberones como ya sabemos… de cucharadita en cucharadita y de 30 en 30 ml. El caso es que cuando echo 150 ml de agua en el biberón, y añado de forma reglamentaria las 5 cucharaditas de leche en polvo, compruebo que el nivel ha subido hasta cerca de los 170 ml. Así pues, tras realizar la mezcla el punto de inicio del que parto son los 170 ml en lugar de los 150 ml que «le toca» comer al niño (vaya por delante que tanto mi mujer como yo somos partidarios de dar el biberón a demanda al igual que el pecho, pero, una cosa es a demanda y otra es barralibre, quiero decir: nos gustaría saber cuanto está comiendo el niño lo más realmente posible).

    Podriamos considerar que a la hora de añadie la leche, sube el volúmen y por ello la mezcla marca 170 en lugar de 150. Por esto, deberíamos de creer que aunque marque 170, realmente son 150. Pero, ¿y si se deja 20? ¿cuanto ha comido? ¿130 o 150?

    Esta inquietud mia se acrecenta, al comprobar como en el hospital, cuando tuvimos al peque ingresado nos daban los biberones de 150 clavados (y se supone que realizan la misma mezcla). Eso me hace pensar que quizás algo estamos haciendo mal mi mujer y yo…

    No se si pueden arrojar algo de luz a este asunto. Gracias de antemano.

    19 octubre 2020 | 10:24 pm

  12. Hola Victor,

    Primero de todo decirte que eres un chico listo porque aunque mucha gente se da cuenta de lo que tu dices, la mayoría no se lo cuestiona y la verdad, esta vida va de hacerse preguntas más que de recibir respuestas.

    Respecto lo que preguntas, en efecto cuando echas los polvos el volumen total sube pero eso ya lo tenemos en cuenta cuando os decimos que por peso le tocarían tal o cual volumen aproximadamente. es decir, tu fíjate en el volumen incial de agua y ya esta. pero como bien dices, si se deja 20ml… es como su hubiera tomado algo menos de 150ml si es que se preparó el bebe con 5 cactos. En el fondo esto da un poco igual porque lo importante es que tome cantidad suficiente de leche para que con el paso de los días vaya engordando. vamos, que no hay que ser tan exactos.

    Respecto al hospital, lo que suele ocurrir es que los biberones los preparan para varios niños a la vez y luego reparten, por eso te daban 150 ml clavados (porque vendrían de un recipiente en el que a lo mejor había 300ml o 410ml…). también puede ser que te pasaran formula de la que ya esta preparada desde fábrica (sí, al hay… son mas caras y se venden en monodosis) y en este caso pasaría lo mismo que te darían los 150 ml clavados.

    En cualquier caso no te preocupes que seguro que lo estáis haciendo bien!!

    Un saludo y felicidades por el bebé!!

    19 octubre 2020 | 10:38 pm

  13. Dice ser Victor

    Muchas gracias.

    En cuanto a la preparación de los biberones en el hospital, he de decir que me imaginaba algo así. Y es precisamente ese el motivo de que haya «desenterrado» nuevamente el hacha de guerra sobre este asunto, ya que empecé a hacerme esta pregunta cuando empecé a preparar las tomas de 60 y veía que subian a 70 ml, hasta que a día de hoy, que, al prepararlas de 150 observo que al añadir la leche suben a 170 ml. Todo esto lo hablé tanto con su pediatra como con la farmaceutica donde compraba la leche. Si el volúmen sube con los polvos -que es evidente que sí-, sube para todo el mundo que prepare dicha mezcla, así que si en el hospital me dan 150 ml de mezcla es porque no lleva 150 ml de agua, sino algo menos, ¿no? Lo de preparar los biberones con menos agua es algo que no se me pasa ni por la cabeza, por los motivos que ya sabemos de sobra, así que nos olvidamos rotundamente.

    Pero, para acercarnos al tema, ¿quizás no sería más exacto restar lo que deja en el biberon a la cantidad de agua inicial, y lo que nos dé, es lo que ha comido finalmente?

    Te pido disculpas de antemano porque no quiero que pienses que no me convence tu respuesta. De hecho, como te comenté, tanto mi mujer como yo abogamos por darle de comer al niño lo que le apetece y cuando le apetece (dentro de los límites entre los que no afecten a su salud), lo que por cierto he de decirte que chapeau por vosotros ya que, aunque cada vez está más extendida la creencia en dar el biberón a demanda, es cierto que es dificil encontrar a profesionales que quieran ver un poco más allá de lo que dicen las famosas «tablas sagradas» en las que pone lo que tiene que comer mi hijo, y los futuros que vengan, y entiendan que al fin y al cabo los niños son personitas y que cada uno tiene sus gustos, sus preferencias, y también unos más y otros menos apetito.

    20 octubre 2020 | 10:30 am

  14. Dice ser Victor

    Disculpa, que creo que me he explicado mal con la resta que propongo. Detallo mi planteamiento.

    Preparo 150 de mezcla:
    1. Añado 150 de agua.
    2. Añado 5 cazos.
    3. Sube a 180.
    4. El niño hace bajar el biberón hasta 90
    5.1. Podríamos decir que ha tomado 60 (150-90=60)
    5.2. O podriamos decir que ha tomado 90 (180-90)

    20 octubre 2020 | 10:48 am

  15. Pues podrías decir que “ha tomado la mitad”, tanto de agua (líquidos que necesita) como de polvos (los nutrientes). Pero insisto, si con lo que toma es suficiente para que engorde no hay que llevar una cuenta tan exacta.

    20 octubre 2020 | 11:03 am

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