Es inevitable que un niño se ponga enfermo varias veces, sino muchas, durante la infancia. Y no me refiero a enfermedades graves o crónicas que puedan comprometer su día a día, como el cáncer, la enfermedad celiaca o una epilepsia, que aunque también son posibles, simplemente por estadística, son altamente improbables. Me refiero a esas enfermedades de estar por casa que en la inmensa mayoría de los casos se curarán solas sin que el pediatra tenga que intervenir.
En este sentido, es muy conveniente que los padres conozcan qué deben hacer cuando uno de sus hijos se pone malo, desde cuándo darle una medicación aunque el pediatra todavía no les haya visto hasta cuándo deben acudir a Urgencias por si se trata de algo más grave que si que requiere atención médica en ese momento.
No me estoy refiriendo a que os convirtáis en médicos de la noche a la mañana sin pasar por la Facultad de Medicina, me refiero a que estas acciones pertenecen al (auto)cuidado que todos los padres deberían conocer para ofrecer a sus hijos la mejor atención posible mientras se recuperan de una enfermedad banal.
En este post las repasamos para que las tengáis siempre en cuenta.
Lee el resto de la entrada »