¿Desde cuándo pueden los niños tomar yogur?

Llega un momento en la vida de los niños en la que sus padres se preguntan cuándo pueden tomar un yogur como parte de su alimentación. Todos tenemos claro que hasta los 6 meses de vida un bebé puede (y debe) alimentarse solo de leche, ya sea esta materna o una fórmula artificial. A partir del año de edad, el sistema digestivo de los niños habrá madurado lo suficiente para que puedan tomar leche entera de vaca, sin que sea necesario que recurráis a las «de crecimiento» (o tipo 3) que se anuncian a bombo y platillo en los medios de comunicación.

Pero, ¿y qué pasa con el yogur? ¿Pueden los niños tomar lácteos procedentes de leche de vaca antes de los 12 meses? ¿Y los yogures para bebés son «buena idea»? Todas estas son muy buenas preguntas que a lo largo de este este post intentaremos daros respuesta. Vamos a ello!!

¿Qué es el yogur?

El yogur es un producto lácteo fermentado, es decir, a través de un proceso controlado en el que se añaden bacterias a la leche se consigue que la leche en versión «líquida» cambie y se produzca el yogur. Ese proceso es relativamente complejo y no lo vamos a explicar aquí, pero sí que querríamos tranquilizaros si os habéis alarmado al leer que el yogur se fabrica con «bacterias», ya que las que se utilizan para este procedimiento no producen enfermedades en las personas, de hecho, muchas forman parte de la microbiota intestinal de todos nosotros.

Como sabréis, hay muchos tipos de yogures, pero básicamente este producto lácteo cumple dos características que lo hacen diferente a la leche líquida. Por un lado, al fermentar adquiere una textura semisólida, o al menos que se puede coger con una cuchara sin que se desparrame. Y por otro, debido también al proceso de fermentación, las bacterias transforman la lactosa (el azúcar presente en la leche de forma natural) en ácido láctico, lo que le da su característico sabor que a muchos niños (y también adultos) no les gusta. Durante ese proceso, el yogur mantiene gran parte de sus propiedades nutricionales como la de ser una excelente fuente de calcio.

¿Cuándo puedo dar a mi hijo yogur?

La Asociación Española de Pediatría (AEP) nos recuerda en su documento sobre Alimentación Complementaria que a partir de los 12 meses los niños ya pueden tomar leche de vaca «sin procesar» de forma libre. Es decir, cumplido el primer año de vida ya no es necesario que los niños tomen una fórmula artificial de leche, si es que no están tomando pecho. Esto se debe a que a partir de esa edad tanto los riñones como el intestino son lo suficientemente maduros como para tolerar la leche de vaca sin que esta les produzca daño. Ojo, que no estamos diciendo que sea obligatorio dar leche de vaca a los niños mayores de un año, pero los lácteos son una excelente fuente de calcio que los hace un alimento muy completo para la alimentación infantil.

Pero, ¿y el yogur? Porque el yogur no es leche, es «otra cosa». La propia AEP nos recuerda que a partir de los 9 o 10 meses los niños pueden empezar a tomar lácteos procedentes directamente de leche de vaca en pequeñas cantidades, como por ejemplo el yogur o el queso fresco, siempre y cuando la cantidad que tomen no supere el 30% del aporte lácteo al día.

No os preocupéis que no hay que calcular nada. Como hacia los 9-10 meses lo niños suelen tomar más de 500 mL de leche al día, sustituir una de esas tomas por un yogur o una tarrina de queso fresco no va a hacer que superéis el límite recomendado. Ojo de nuevo: dar yogur a los niños no es obligatorio, pero es un recurso que os puede facilitar muchas meriendas y desayunos de vuestros hijos. Lo que sí que debéis evitar son los derivados lácteos estilo pettit-suis, natillas o similares porque, aunque se podrían dar a partir de los 9-10 meses como el queso fresco y el yogur, son alimentos poco saludables cargados de azúcares y grasas que no benefician en anda a vuestros hijos.

¿Y qué tipo de yogur debería dar a mi hijo?

Basta con pasearse por el supermercado para darse cuenta que existen miles de tipos de yogures diferentes: sabores, texturas e, incluso, el tipo de leche con el que están fabricados. Sin embargo, el yogur natural sin azúcar, el normal de toda la vida, es el más (si no el único) recomendable para dar a un niño a partir de los 9-10 meses. Si tenéis dudas de si os la están colando, basta con que miréis en la etiqueta para comprobar que, de forma aproximada, el yogur natural sin azúcar añadido contiene un 3% de grasa, un 4% de azúcares y un 3% de proteína.

El resto de yogures que encontréis en el lineal del súper no aportan ningún beneficio sobre el yogur natural, además suelen llevar azúcares añadidos o saborizantes para camuflar ese sabor ácido que a muchas personas no les gusta. Si a tu hijo no le gusta el yogur natural sin azúcar, siempre será mejor darle leche antes que un yogur azucarado, que así a lo tonto lleva un sobre de azúcar de los de cafetería añadido por cada ración.

Algunos sabréis que también están comercializados yogures sin azúcar añadido pero que «saben bien». Esto es porque en vez de azúcar, en el proceso de fabricación del yogur se le añade algún tipo de edulcorante. Desde luego que este tipo de aditivos son seguros, sin embargo inclinan al cerebro del niño a tener preferencia por sabores dulces, por lo que tampoco son recomendables.

En resumen: yogur natural sin azúcar, si es que creéis que este alimento debe formar parte de la alimentación de vuestros hijos.

¿Y qué pasa con los yogures «para bebés»?

Muchos también sabréis que existen yogures que se publicitan como aptos a partir de los 6 meses con un slogan muy parecido a «Mi primer yogur». ¿Cómo es posible que un bebé de esta edad pueda tomar este tipo de yogures si acabamos de decir que la AEP no recomienda su introducción hasta los 9-10 meses? La explicación es muy sencilla.

Este tipo de yogures se fabrican con leche de continuación (tipo 2), que es la leche de fórmula indicada para los bebés entre los 6 y 12 meses de edad que no toman pecho. En este sentido son yogures que se pueden dar desde los 6 meses, pero detrás de ellos hay mucho marketing y pocas necesidades reales de lo que necesita un niño.

Este tipo de yogures no son necesarios para un niño. Como sabréis, a partir de los 6 meses un niño debe empezar con la alimentación complementaria, pero la leche sigue siendo el alimento principal. Durante esos meses el bebé irá comiendo cosas nuevas (frutas, verduras, carne, pesado, legumbres…) de manera progresiva. No es una carrera por ver quién come de todo antes, y en ese sentido no pasa nada por esperar hasta los 9-10 meses para darle a niño su «primer yogur normal natural sin azúcar», sin pasar por el «mi primer yogur de leche de continuación» que anuncian en todos lados.

Además, muchos de estos yogures pensados para bebés son de sabores o tienen azúcares añadidos, que como ya hemos dicho antes no son recomendables para niños de ninguna edad.

Y después de todo esto, ¿es obligatorio que le dé yogur a mi hijo?

En la alimentación de un niño pequeño ningún alimento es «obligatorio», ya que lo que realmente es importante es que coman sano y lo más variado posible. En ese sentido, el yogur (o cualquier otro derivado lácteo) es un recurso más como parte de una alimentación saludable, pero de ahí a que los niños tengan que comer yogur todos los días hay un trecho muy grande.

A nosotros nos ayuda mucho a solucionar una merienda o el postre de una cena, pero lo tenemos integrado como un alimento más que podemos ofrecer a nuestros hijos.


En resumen, a partir de los 9-10 meses a los niños se les pueden ofrecer lácteos precedentes de leche de vaca en pequeñas cantidades. El yogur es el ejemplo más típico, que debe ser siempre natural sin azúcar. Sin embargo, no es obligatorio que los niños tomen yogur, sino que debe verse como un alimento más que ofrecer a nuestros hijos dentro de una alimentación variada y saludable.

También te puede interesar:

1 comentario · Escribe aquí tu comentario

  1. Dice ser María Gutierrez

    Gracias por las recomendaciones. Algunas de las dudas más frecuentes entre padres primerizos.

    22 junio 2020 | 4:03 pm

Escribe aquí tu comentario





    Normas para comentar en 20minutos.es

    • Antes de enviar su comentario lee atentamente las normas para comentar en 20minutos.es.
    • Esta es la opinión de los internautas, no la de 20minutos.es.
    • No está permitido verter comentarios contrarios a las leyes españolas o injuriantes.
    • Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
    • Por favor, céntrate en el tema.
    • Algunos blogs tienen moderación previa, ten paciencia si no ves tu comentario.

    Información sobre el tratamiento de sus datos personales

    En cumplimiento de lo dispuesto en el Reglamento (UE) 2016/679 del Parlamento Europeo y del Consejo de 27 de abril de 2016 relativo a la protección de las personas físicas en lo que respecta al tratamiento de datos personales y a la libre circulación de estos datos, y Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales le informamos que los datos de carácter personal que nos facilite en este formulario de contacto serán tratados de forma confidencial y quedarán incorporados a la correspondiente actividad de tratamiento titularidad de 20 MINUTOS EDITORA, S.L, con la única finalidad de gestionar los comentarios aportados al blog por Ud. Asimismo, de prestar su consentimiento le enviaremos comunicaciones comerciales electrónicas de productos y servicios propios o de terceros.

    No está permitido escribir comentarios por menores de 14 años. Si detectamos el envío de comentario de un usuario menor de esta edad será suprimido, así como sus datos personales.

    Algunos datos personales pueden ser objeto de tratamiento a través de la instalación de cookies y de tecnologías de tracking, así como a través de su acceso a esta web desde sus canales en redes sociales. Le rogamos consulte para una más detallada información nuestra Política de Privacidad y nuestra Política de Cookies.

    Los datos personales se conservarán indefinidamente hasta que solicite su supresión.

    Puede ejercer sus derechos de acceso, rectificación, supresión y portabilidad de sus datos, de limitación y oposición a su tratamiento, así como a no ser objeto de decisiones basadas únicamente en el tratamiento automatizado de sus datos, cuando procedan, ante el responsable citado en la dirección dpo@henneo.com

    Le informamos igualmente que puede presentar una reclamación ante la Agencia Española de Protección de Datos, si no está satisfecho con en el ejercicio de sus derechos.