¿Qué es la dermatitis atópica?

La dermatitis atópica es una enfermedad crónica de la piel que cursa con eccemas, un tipo de lesiones que causan picor. Aunque también existen casos en adultos, la infancia es la época de la vida en la que más ocurre por lo que es una enfermedad que los pediatras vemos con mucha frecuencia.

La causa de esta enfermedad es multifactorial aunque se sabe que existe un componente genético ya que es más frecuente en niños con antecedentes familiares de “atopia”, es decir, aquellos con padres que padecen eccemas, rinitis alérgica o asma.

El sentido de la palabra “atopia” es difícil de comprender pero vendría a hacer referencia a la respuesta inusual que puede aparecer después de un estímulo cualquiera, ya sea en la piel (dermatitis atópica), en los pulmones (asma) o en las vías respiratorias altas (rinitis alérgica). Estas tres manifestaciones son un espectro de síntomas dentro de la misma condición, la atopia, así no es raro que veamos a niños que a lo largo de la infancia desarrollan las tres enfermedades en mayor o menor medida.

En este post os explicamos qué es la atopia para que sepáis reconocerla y acudir al pediatra en caso de que fuera necesario. También daremos unas pinceladas sobre su tratamiento.

Una de las enfermedades de la piel más frecuentes en la infancia

Seguramente, la dermatitis atópica es la enfermedad de la piel más frecuente durante la infancia, de hecho, hay estudios que estiman que cerca del 20% de niños la padece. Suele mejorar con la edad, aunque se calcula que entre el 4-5% de estos niños seguirá con ella cuando se conviertan en adultos, eso sí, de forma más leve que cuando eran pequeños.

La gran mayoría de los niños suele comenzar con síntomas antes de los 5 años, incluso antes del año del vida (60%), y predomina muy levemente en las niñas.

El factor de riesgo más importante para padecer ésta enfermedad es que alguno de los padres del niño tenga historia de atopia (rinitis alergica, asma o dermatitis atópica). Se estima que hasta el 70% de estos niños la padecen durante su infancia. Además, es frecuente que en estos niños la barrera cutánea esté alterada de manera intrínseca, lo que condiciona que la piel no reaccione de manera habitual ante estímulos del ambiente.

Como podéis ver, estos factores de riesgo son propios del paciente, es decir, no podemos cambiarlos. Esto provoca que esta condición les acompañe durante toda la infancia. Por ello, el tratamiento de la dermatitis atópica irá destinado a reducir al máximo los síntomas de la enfermedad ya que no hay una pastilla mágica que cure la dermtitis atópica.

Además, es frecuente la combinación entre dermatitis atópica y alergias a pólenes o alimentos ya que la causa de ambas enfermedades es similar.

¿Por qué se produce la dermatitis atópica?

Como decíamos al principio, la causa de la dermatitis atópica no está clara del todo y se cree que es la suma de varios factores lo que condiciona que un niño la acabe padeciendo.

Uno de los principales factores es la alteración de la barrera cutánea. Gracias a esta barrera, las personas sanas, nos defendemos de agresiones externas que podrían ponerse en contacto con nosotros a través de la piel. En los niños con dermatitis atópica esta barrera está alterada lo que provoca que la piel no sea capaz de aislarse de agresiones externas, además de que pierda agua y esté siempre muy seca. Al final, esto da lugar a una piel muy sensible que tiende a irritarse a las primeras de cambio.

El segundo factor más importante es la alteración de la respuesta inmune a nivel local. Esta alteración daría lugar a una respuesta exagerada en forma de inflamación que se traduce en los eccemas que aparecen en la piel de los niños con dermatitis atópica.

Y diréis, ¿de dónde vienen estos factores?, ¿es una lotería que le ha tocado a mi hijo? Estas alteraciones se heredan en la gran mayoría de los casos, es decir,  se presentan desde el nacimiento ya que van en sus genes, los cuales heredaron de sus padres. Por esto es muy habitual que la dermatitis atópica la presenten también los hermanos y los progenitores del niño que la sufre.

En resumen, lo que ocurre en la piel de los niños con dermatitis atópica es que responden formando eccemas ante estímulos externos que en otros niños no tendrían consecuencias. Es decir, tienen una piel especial muy sensible ante cualquier agresión.

Unos cuantos párrafos más arriba dijimos que existía cierta relación entre la dermatitis atópica y alergias a pólenes y alimentos. Debido a lo complejo del tema, lo dejaremos para un post que realizaremos más adelante.

¿Cómo se manifiesta la dermatitis atópica?

Los niños con dermatitis atópica presentan una piel muy seca que pica. De hecho, es muy habitual ver cómo estos niños están incómodos, casi siempre rascándose.

Y sobre esta piel seca es donde suelen aparecer los eccemas, las lesiones típcias de piel de los niños con dermatitis. Estas lesiones se manifiestan como pápulas (elevación de la piel) exudativas y eritematosas; cuando las lesiones mejoran, suele quedarse una zona de la piel muy seca y agrietada, incluso engrosada.

Dependiendo de la edad del niño, estas lesiones aparecerán en unas localizaciones o en otras. Por debajo de los dos años es habitual en la cara y en las zonas extensoras de las extremidades mientras que en los mayores de esta edad suelen aparecer en el cuello y en las zonas flexoras de los codos y las rodillas.

Lesiones de dermatitis atópico a la cara típicas de lactantes.

Lesiones de dermatitis atópica en caras extensora de brazos y piernas, típicas en niños en edad preescolar.

Lesiones en zonas flexoras de piernas y brazos típicas de niños mayores.

La dermatitis atópica cursa en brotes, es decir, hay periodos en los que aparecen los eccemas y otros en los que el niño está libres de síntomas. Cuando los brotes son leves, los síntomas suelen mejorar espontáneamente mientras que en los pacientes con dermatitis atópica grave es necesario un tratamiento para que los eccemas se resuelvan.

El diagnóstico de la enfermedad es clínico. Para llegar a él, los pediatras nos basamos en la historia, exploración física y los antecedentes del niño. En general, no es necesario realizar pruebas complementarias.

El tratamiento de la dermatitis atópica

El primer pilar básico de tratamiento es mantener la piel lo más hidratada posible. De esta forma mejoraríamos la función barrera de la piel ya la haríamos más resistente a las agresiones externas. La hidratación por si sola puede ser suficiente para evitar muchos brotes de la enfermedad. Existen multitud de marcas con cremas hidratantes muy buenas, muchas de ellas con líneas exclusivas para niños con dermatitis atópica. Pregunta a tu farmacéutico para elegir la mejor opción para tu hijo.

Para el tratamiento de los eccemas de dermatitis atópica, se emplean cremas o pomadas de corticoides. Estas cremas, por su efecto antiinflmatario, suelen ser muy efectivas observándose resultados en uno o dos días sin que aparezcan efectos secundarios importantes. En general, se aplican una o dos veces al día.

Por otro lado, los niños con eccemas no suelen tolerar la crema hidratante ya que pueden provocar más picor todavía. Se deben esperar unos días a que el corticoide haga efecto para reiniciar la hidratación de esas zonas del cuerpo.

A veces, las lesiones y la sequedad de la piel de los niños con dermatitis atópica empeora con el baño. Si esto ocurre, no es raro que vuestro pediatra os recomiende que bañéis a vuestros hijos cada 2 o 3 días.

Como sucedía en el caso del tratamiento de mantenimiento, si el niño presenta picor se puede emplear un antihistamínico, aunque en muchos casos no es efectivo.

Para evitar complicaciones, es muy importante que el niño no se rasque los eccemas para evitar que las lesiones no se sobreinfecten.

Como hemos dicho, la hidratación corporal y los corticoides son los pilares del tratamiento de la dermatitis atópica, sin embargo, en niños que no responden al tratamiento o que presenta lesiones muy graves, existen otras alternativas que deben ser evaluadas por el dermatólogo infantil.


En resumen, la dermatitis atópica es una enfermedad crónica que acompañará al niño durante toda su infancia en mayor o menor medida. Conocer las lesiones que provoca (eccemas) es importante ya que el tratamiento varía entre las fases de estabilidad (crema hidratante) o los brotes (corticoides).

Las imágenes de dermatitis atópica que se encuentran en el cuerpo del texto están protegidos por una licencia CC BY-NC-ND 3.0 NZ y el copyright pertenece a DermNet NZ.

Si te interesa la dermatología puedes consultar el blog de la Dra. Corea Bagazgoitia en el que encontrarás un montón de información sobre enfermedades de la piel (link).

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