El estreñimiento supone un motivo muy habitual de consulta, tanto, que afecta a 1 de cada 10 niños. Y, aunque no suele ser síntoma de ninguna enfermad grave, genera mucha preocupación y ansiedad tanto a los niños que los sufren como a sus padres. Como suele ser habitual con «patologías» de este estilo, la sabiduría popular ha ido construyendo mitos y leyendas alrededor de esta condición, muchos de ellos equivocados o erróneos.
En el siguiente post os contamos en qué consiste el estreñimiento y cómo podéis tratarlo, a través de sus mitos y leyendas. ¡Esperamos que os resulte útil!
1. Si a mi bebé le cuesta hacer caca es SIEMPRE estreñimiento. FALSO
Una entidad poco conocida por los padres de niños de pocas semanas o meses de vida es la disquecia del lactante. En ella podemos ver a un bebé que intenta hacer caca con esfuerzo y enrojecimiento facial, incluso con llanto y quejido -como si le molestara al hacerlo- durante unos minutos, finalizando normalmente con una deposición blanda de características normales. Esto ocurre porque el esfínter anal no se relaja y, por eso, al lactante le cuesta hacer sus deposiciones. Es un trastorno funcional del aparato digestivo de los más pequeños que suele resolverse solo con el tiempo y sin necesidad de tratamiento, normalmente al cabo de varios meses. Por ello, no está recomendado ni la estimulación rectal ni el uso crónico de laxantes para ayudar al bebé a hacer caca. Se diferencia del estreñimiento real en que las deposiciones no son duras.
2. Si mi hijo hace caca cada varios días es que tiene estreñimiento. FALSO
El estreñimiento consiste en la baja frecuencia en la deposición (dos o menos a la semana) acompañado de dolor al hacer caca y acompañado de deposiciones duras o muy voluminosas o historia de retención fecal excesiva. Por tanto, si el niño va al baño cada 2-3 días pero cuando hace deposición es de consistencia normal y lo hace sin dolor no se considera estreñimiento. Estos niños simplemente necesitan acudir al baño menos frecuentemente para mantener su hábito intestinal normal.
3. El estreñimiento aparece más frecuentemente en los niños alimentados con fórmula artificial que aquellos que toman pecho. VERDADERO
Como ya os hemos contado en otras ocasiones en la sección Consejos de Lactancia Materna, uno de los beneficios bien conocidos de la lactancia materna es que evita el estreñimiento cuando lo comparamos con los niños alimentados con fórmula. Esto se debe a que el ácido palmítico, un ácido graso presente de forma natural en la leche materna, está esterificado en su mayor parte en posición beta mientras que en las leches de fórmula lo hace, en la mayoría de las ocasiones, en posición alfa. Esto provoca la formación de jabones y sales de calcio con el consecuente endurecimiento de las heces.
4. La causa más frecuente de estreñimiento es el consumo de una dieta con poca fruta y verdura. VERDADERO
No es raro ver a niños al iniciar la alimentación complementaria como les cuesta mucho hacer caca y cuando la hacen es dura cuando antes, cuando solo se alimentaban con leche (ya sea materna o artificial), no tenían problemas para hacer deposición. Normalmente se debe al cambio en el tipo de la alimentación. Si se hace hace hincapié en el aumento de consumo de fibra en la dieta así como de agua (sobre todo en los niños que solo toman leche cuando la madre está presente) suele solucionarse sin ningún problema. Si aún mejorando los hábitos dietéticos persiste el estreñimiento, el pediatra valorará la necesidad de usar algún tipo de laxante.
5. El estreñimiento no es síntoma de ninguna enfermedad. FALSO
La gran mayoría de las veces el estreñimiento es de causa funcional, es decir, se produce en un niño sano sin que haya una enfermedad que lo justifique. Este tipo de estreñimiento mejora al llevar a cabo una serie de medidas dietéticas y mejorando los hábitos a la hora de ir al baño. Sin embargo, en algunas ocasiones, el estreñimiento puede deberse a una enfermedad orgánica y requiere estudio por parte del pediatra, sobre todo cuando no mejora a pesar de implementar estos hábitos o se asocia a otras situaciones (como el retraso en la eliminación del meconio del recién nacido (1ª caquita del bebé) más allá de las primeras 48 horas de vida o haber presentado episodios de obstrucción intestinal que han requerido el uso de enemas de desimpactación o pautas agresivas con laxante). Enfermedades que condicionan este tipo de estreñimiento son, por ejemplo, las enfermedades neurológicas (como la parálisis cerebral), el hipotiroidismo o la celiaquía.
6. En los niños en los que se está retirando el pañal y presenta pérdidas de orina frecuentes, pueden deberse a estreñimiento. VERDADERO
Una de las cosas que hacen los niños a los que se les está retirando el pañal y tienen estreñimiento es presentar lo que los pediatras llamamos un «habito retentivo», es decir, aguantarse las ganas de hacer deposición aunque el cuerpo les diga que ha llegado el momento de ir al baño. Para conseguirlo, tienen que hacer fuerza con los músculos del suelo pélvico y la tripa y eso, en ocasiones, genera tensión en la vejiga provocando que se les escape el pis. Es importante tener esto en cuenta para hacer un diagnóstico acertado ya que debemos diferenciarlo de las infecciones de orina, las cuales presentan una clínica similar.
7. En los niños mayores a los que se les escapa la caca, puede deberse a estreñimiento. VERDADERO
Como en el caso anterior, el hábito retentivo de algunos niños da lugar a lo que se conoce como «encopresis». Esta entidad se caracteriza por la evacuación involuntaria de heces, ya sean éstas blandas o duras, muchas de las veces manchando la ropa interior. Esto ocurre porque ese hábito no es capaz de «sujetar» todas las heces en el recto y acaban saliendo por rebosamiento a través del ano. Es muy importante que los padres entiendan que esta entidad es un equivalente del estreñimiento y que mejorará con medidas higiénicas y, en muchos casos, con laxantes.
8. Si mi hijo está estreñido, lo mejor que puedo hacer es usar un enema para que haga caca o estimularle el ano. FALSO
Para el manejo del estreñimiento, lo más importante son las pautas en la hábito conductual, es decir, que el niño vaya al baño con frecuencia (por ejemplo sentarse en el wáter en el mismo horario todos los días) y una dieta con abundante agua, fruta y verdura. Además, debemos evitar que cuando el niño se siente en el baño al hacer caca le duela, ya que eso podría potenciar más un habito intestinal retentivo. De forma similar, cualquier tratamiento para paliar el estreñimiento que implique dolor o incomodidad, puede empeorar este hábito. Por ello, el uso de supositorios o enemas, debido a que son incómdos y desagradables para los niños, los reservaremos solo para los casos en los que exista una retención fecal excesiva con dolor, y siempre tras ser pautados por el pediatra.
9. Utilizar laxantes en los niños siempre que sea necesario no es un problema. VERDADERO
Como ya hemos dicho, una parte importante del cuidado del niño con estreñimiento incluye que vaya al baño de forma habitual sin que ésta sea una experiencia desagradable. Por ello, cuando el estreñimiento no mejora con dieta, el pediatra indicará el empleo de laxantes como primera opción. Se trata de fármacos muy efectivos que ayudan al niño a realizar deposiciones más blandas y pequeñas mejorando los síntomas asociados al estreñimiento como el dolor y “el miedo a hacer caca”. Además, son fármacos muy seguros ya que tienen poca o nada absorción intestinal (es decir toda su función la van a realizar solo en el intestino). El empleo de laxantes puede prolongarse durante meses ya que, en ocasiones, el niño tiene miedo a que le duela por lo que evita ir al baño y, consecuentemente, la deposición se hará más grande y más dura… creando un círculo vicioso que perpetúa y empeora el estreñimiento.
Como veis, hay muchos mitos y leyendas alrededor de este tema. En general serán episodios de estreñimiento funcional que se resolverán mejorando ciertos hábitos de vida. Es muy importante actuar a tiempo ya que estreñimientos de larga evolución en los niños pueden afectar a su vida y repercutir en su entorno social.
Hola, es cierto que los enemas casen son «peligrosos» por el intercambio de sales que puede producir deshidratación?
Gracias
08 marzo 2019 | 5:56 pm
Hola, gracias por este post.
En cuanto al punto 6, ¿siempre que haya pérdidas de orina, convendría que lo valorase el pediatra por si hay infección, aunque no haya más síntomas de la misma?
Nuestro peque de 3 años y medio dejó el pañal este verano sin ningún problema. Venía avisando perfectamente, y el número de «accidentes» se podían contar con los dedos de una mano.
Sin embargo, últimamente (coincidiendo con el comienzo del curso en un cole nuevo) cuando nos avisa de que quiere hacer pis, ya ha mojado un poco el calzoncillo. Parece como si se le escapasen las primeras gotas, lo notase y parase. No creíamos que fuese infección, porque luego orina una cantidad normal y tanpoco orina más frecuentemente…
La verdad, no tenemos claro si es como para ir al pediatra (además este pediatra es de la vieja escuela respecto al pañal y desde los dos años nos insistía en quitárselo).
Sospecho de lo que comentáis de que puede que retenga etc. pero igual debería valorar lo de la infección..
23 septiembre 2019 | 10:16 am
Hola!! No está de más hacerle una tira de orina para descartar que no se deba a una infección. Es una prueba fácil de hacer e indolora para el niño. Sin embargo, al coincidir con el inicio del curso escolar, es muy probable que se deba a los cambios en sus rutinas y se retenga y cuando se da cuenta, pues ya la tenemos liada. Podéis esperar unos días a ver qué pasa insistiendo mucho al niño de que vaya a hacer pis cada cierto tiempo. Pero si se mantiene durante más tiempo, visitad al pediatra a ver qué os dice. Un saludo!!
23 septiembre 2019 | 10:25 am