Archivo de octubre, 2017

Sal a pasear con tu bebé

Una pregunta frecuente que nos hacen los padres el día del alta del hospital es si pueden salir a la calle con su recién llegado bebé. Es una pregunta que no tiene respuesta en los libros de pediatría por lo que hay que emplear la valoración de riesgo/beneficio y, sobre todo, el sentido común.

Los beneficios de un paseo

Está demostrado que el ejercicio de intensidad suave es beneficioso tras el parto. Este tipo de ejercicio mejora la condición física de la madre y consigue una más rápida recuperación. Por ello, los paseos son ideales para conseguir este objetivo.

De forma similar, el paseo es muy beneficioso para el bebé. Recibe nuevos estímulos y aire fresco, además de la luminosidad de la calle que tanto nos interesa para evitar la ictericia.

Pero además de los beneficios físicos del paseo, salir de casa supone un cambio de rutina que hace que te sientas mucho mejor que encerrado entre cuatro paredes y supone una actividad antiestrés muy recomendable.

Cuándo puedo salir a la calle con un recién nacido

Muchos padres se sorprenden cuando los pediatras les decimos que pueden salir a la calle desde el alta del hospital. A modo de broma a veces les digo que para llegar a casa desde el hospital han tenido que salir a la calle y que seguro que no le ha pasado nada al bebé. Solo tenéis que tener en cuenta algunas precauciones muy sencillas.

Qué debo evitar

Aquí es donde debes aplicar el sentido común. Supongo que a nadie se le ocurre salir a la calle en mitad de la noche a todo llover a darse un paseíto con su recién nacido, ¿no?. Así que usa el sentido común y sal a la calle en las horas centrales del día en los meses de invierno y, por el contrario, si hace mucho calor es mejor salir a primera hora de la mañana o última de la tarde.

Siguiendo con el hilo del frío y el calor, no debes abrigar en exceso al bebé ni desarroparlo más de la cuenta. Los bebés recién nacidos tienen el mismo frío y calor que nosotros. La diferencia es que no son capaces de regular la temperatura. Por ello debes abrigarlos y desabrigarlos en función de cuánto frío o calor que haga en ese momento. Un buen ejemplo es que abrigues al bebé tanto como tú te abrigues.

Un agobio frecuente de muchos padres es pensar que sus hijos se pondrán enfermos al salir a la calle, que se cogerán cualquier cosa. Recordad que es más probable que le contagie un catarro alguien que viene a casa y le da un beso que por el simple hecho de dar un paseo. Eso sí, evita los lugares con aglomeraciones de gente como los centros comerciales.

Cuánto tiempo puedo estar en la calle

¡¡Pues, todo el que tiempo que quieras!! En los carros modernos cabe de todo, así no tienes que estar subiendo a casa a buscar algo. Organízate y llévate contigo un par de pañales, toallitas y ropa de cambio por si acaso, pero poco más se necesita una vez estás en la calle y si además le estás dando el pecho a tu bebé, no tendrás que preocuparte de dónde calentar el biberón

Así que no esperes a mañana y sal hoy mismo, tu cuerpo y tu hijo te lo agradecerán.

Lombrices… Puuaajjj!!

Son las 4 de la mañana y suena el teléfono….

– Gonzalo, ¡¡tu sobrina tiene lombrices!!.

– ¿Estás segura? – digo yo intentando desperezarme.

– Pues claro que estoy segura, son inconfundibles. Blancas, finas y más o menos de medio centímetro de largo.

– Pues va a ser que sí… ¿Y la niña que tal está?

– Molesta. Llevaba un par de noches diciendo que le picaba el culo…

– Bueno, no te preocupes. Tiene solución. Mañana te llamo y te cuento qué tienes que hacer.

Cuelgo el teléfono y vuelvo a intentar quedarme dormido. Ya mañana solucionaremos el problema de la cría, que al fin y al cabo no es urgente.


Esta conversación ficticia la hemos tenido todos los que ejercemos la pediatría. Los Oxiuros (lombrices en el argot de padres y madres) son un motivo de consulta frecuente. En el post de hoy esperamos resolver las dudas más habituales sobre la visita de estos desagradables amiguitos…

Qué son las “Lombrices”

Las llamadas lombrices son un tipo de parásitos intestinales cuyo nombre científico es Enterobius vermicularis, aunque popularmente nos referimos a ellos como Oxiuros. Este tipo de parásitos pertenece a la familia de los nemátodos: gusanos cilíndricos y alargados de cuerpo no segmentado. Los oxiuros en concreto son de color blanco.

El ciclo del parásito 

Para entender cómo se trasmiten los oxiuros y cómo los tratamos es fundamental conocer cuál es su ciclo biológico.

Los huevos de los oxiuros eclosionan en el intestino delgado y los adultos se establecen en el intestino grueso.

Las hembras del parásito depositan los huevos alrededor del ano, lugar desde donde pueden ser trasmitidos.

La vida media de una lombriz es de dos meses mientras que el tiempo que transcurre desde la adquisición de los huevos hasta que las hembras ponen uno nuevo es de un mes.

Cómo se contagian

El ser humano es el reservorio exclusivo de este parásito, sobretodo los niños. Esto explica que sean los más pequeños de la casa los que los sufren.  Después de entender cuál es su ciclo biológico resulta fácil deducir el mecanismo de contagio.

En microbiología este tipo de transmisión se conoce como fecal-oral, es decir, requiere de la transmisión de los huevos a la boca desde el ano donde son ingeridos. La forma habitual en que llegan a la boca es a través de uno mismo (fenómeno conocido como reinfestación, tras el rascado de la región anal) o por la ingestión desde un utensilios de cocina, comida, chupetes o ropa contaminados por otra persona.

El picor, el síntoma clave

El picor anal nocturno es el síntoma principal y en muchas ocasiones es la única manifestación de este tipo de parásito. En niñas el picor puede estar desplazado a la vagina.

El rechinar de dientes nocturno (bruxismo) se ha asociado con este tipo de infección pero no ha sido confirmado científicamente que se deba ella.

Cómo se diagnostican

La simple inspección en al que se observan las lombrices es suficiente para su diagnóstico.

En caso de que éstas no se llegaran a ver se podría realizar un test de Graham. Esta prueba consiste en la visualización al microscopio de los huevos tras haber sido pegados en un celo tras su contacto con la región anal.

Qué podemos hacer para eliminarlas

El tratamiento de los oxiuros es sencillo y eficaz. Basta con tomar una dosis de Mebendazol para eliminar a la mayoría de las lombrices. Debido al ciclo biológico del parasito se recomienda repetir la dosis a los 15 días. Dado que puede haber portadores asintomáticos también se recomienda que el tratamiento lo realice toda la familia.

Pero además de el tratamiento farmacológico, hay que realizar una serie de medidas higiénicas para evitar la reinfestación. Para ello debemos lavar la ropa interior y de cama de la persona infectada en la lavadora a altas temperaturas (al menos 60ºC), ya que esto destruirá los huevos que hubieran sobrevivido.

Mucho se ha hablado de la relación estos parásitos con dietas ricas en ázucares, sin embargo esta teoría es falsa. No hace falta que tus hijos cambien sus hábitos alimenticios, basta con extremar las medidas higiénicas.


Si has llegado hasta el final de este post y estás interesado en saber cómo son los oxiuros puedes hacer click aquí o simplemente buscar en Google «oxiuros» y ver las imágenes.

Cuidados del cordón umbilical

Después de la publicación sobre los primeros días en casa hemos recibido muchas sugerencias para profundizar sobre el cuidado del cordón umbilical. Esperamos que en el post de hoy dejemos resueltas las dudas que os han ido surgiendo.

Qué es el cordón umbilical

El cordón es un conducto que une al feto con su madre a través de la placenta. Está compuesto por unos vasos sanguíneos recubiertos por una sustancia gelatinosa. Sirve al feto para recibir nutrientes y oxigeno a lo largo del embarazo, lo que le permite ir creciendo y desarrollándose.

Por qué hay que cortar el cordón tras el nacimiento

El cuidado del cordón comienza inmediatamente después del nacimiento, momento en el que se clampa y se corta para desconectar al recién nacido de la placenta. El clampaje del cordón suele demorarse unos segundos tras el nacimiento del niño, lo que permite el retorno de un mayor volumen de sangre al bebé. Este pinzamiento retardado se debe realizar tras evaluar que el recién nacido está estable y no requiere una reanimación inmediata.

Este procedimiento debe realizarse con material estéril y por un profesional sanitario, lo que disminuirá el riesgo de infección del cordón. Estas acciones sencillas suponen los primeros pasos para un correcto cuidado.

El cuidado diario del cordón umbilical 

Tras los cuidados iniciales comienzan ya en el hospital los cuidados que habrá que mantener en casa.

En épocas anteriores el cuidado se realizaba con soluciones antisépticas (alcohol, clorhexidina, …) que pretendían disminuir las infecciones del cordón provocando una cicatrización más rápida del mismo. Sin embargo, estudios recientes han demostrado que en países desarrollados en los que existen unas condiciones higiénicas adecuadas basta con la limpieza diaria con agua y jabón con secado posterior.

Al decir limpiar nos referimos a frotar suavemente con agua y jabón la superficie del cordón umbilical. Repetimos, frotar. Hay que recordar que el cordón no tiene terminaciones nerviosas y por tanto no duele al tocarlo. Podéis quedaros tranquilos, no estáis haciendo daño a vuestro hijo.

Debido a que debéis emplear agua y jabón, esta rutina diaria se suele hacer durante el baño del niño. No pasa nada porque sumerjáis el cordón umbilical, lo importante es que después del baño lo sequéis bien.

Tras la limpieza diaria podéis optar por dejarlo al aire o cubrirlo con una gasa limpia enrollada por debajo de la pinza del cordón. Es recomendable cambiar el pañal con frecuencia para que no se moje con pis ni se ensucie con las deposiciones del bebé.

En este vídeo puedes ver un ejemplo práctico de cómo se hace:

En resumen, estas son las recomendaciones para el cuidado diario del cordón umbilical:

  • Lávate las manos antes de empezar.
  • Limpia la zona del cordón umbilical con agua y jabón y sécalo bien.
  • Puedes envolver al cordón con una gasa limpia y seca o dejarlo al aire.
  • Cambia frecuentemente el pañal de tu hijo.

Si todo va bien, lo normal es que el cordón umbilical se desprenda entre los 5 y 15 días de vida. En caso de que veas que se retrasa su caida consulta con tu pediatra.

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Aspecto de un cordón umbilical normal en fase de cicatrización. Lo habitual es que se vaya «secando» hasta que finalemnte se desprende.

Signos de alarma

La complicación más frecuente y que preocupa tanto a padres como a pediatras es la infección del cordón umbilical, de ahí la importancia de su cuidado. Su nombre técnico es Onfalitis. Cuando un cordón se infecta requiere tratamiento con antisépticos y en ocasiones con antibióticos (algunas veces intravenosos).

Estos son los signos de alarma que nos tiene que poner en alerta:

  • Cordón umbilical con mal olor.
  • Secreción amarillenta.
  • Enrojecimiento de la zona del ombligo.
  • Sangrado persistente (a veces el cordón sangra un poco al desprenderse).
  • Retraso en la caída.

En caso de que detectes alguno de estos signos consulta con tu pediatra.

 

Consejos sobre Lactancia Materna: ¿Qué medicinas puedo tomar si estoy dando el pecho?

Una pregunta frecuente que nos hacen las madres es si pueden tomar esta o aquella medicina mientras le dan el pecho a su hijo.

En general solemos ser los pediatras los que resolvemos las dudas de estas mamás sobre si es seguro o no tomar determinado fármaco. Esto se debe a que solemos ser nosotros los que estamos en contacto con estas madres y nos encargarnos de resolver las dudas que tienen sobre la lactancia materna.

En internet existen herramientas útiles que nos simplifican el tener que buscar en libros o manuales. En España los pediatras usamos frecuentemente la web www.e-lactancia.org.

Esta página empezó a funcionar en 2002 y desde entonces han indexado más de 23.000 fármacos. Actualmente se mantiene gracias a la fundación APILAM (Asociación para la promoción e investigación científica y cultural de la lactancia materna), que se fundó para aunar a los profesionales que fundaron la página. Las indicaciones están realizadas por pediatras y farmacéuticos acreditados. Es de libre consulta tanto para profesionales sanitarios como para pacientes o madres y complementa la información que pueda darte tu pediatra.

En ella podemos buscar tanto medicinas como otros productos farmacéuticos y se nos indicará con un código de colores si estamos ante riesgo muy bajo, bajo probable, alto probable o muy alto.

Todas las medicinas catalogadas como “Riesgo muy bajo” son compatibles y  seguras durante la lactancia y para el lactante.

Las medicinas con otros riesgos no deberían tomarse sin supervisión médica ya que pueden afectar tanto a la lactancia como al bebé.

Os animamos a consultarla y a acudir a vuestro pediatra en caso de duda.

Accidentes domésticos

La importancia de los traumatismos

Los traumatismos son la causa más frecuente de muerte en niños en los países desarrollados, siendo responsables de la mitad de los fallecimientos infantiles. El término «traumatismo»  hace referencia a todas las situaciones en las que el cuerpo se ve agredido, como son los golpes y las caídas pero también las intoxicaciones quemaduras. La mayoría de los traumatismos graves son consecuencia de accidentes de tráfico pero no es desdeñable el número de accidentes que ocurren en casa.

Qué niños son los más vulnerables

La mayoría de los niños accidentados en casa tiene una edad menor de 5 años. Esto se debe a dos motivos. El primero de ellos es la falta de conciencia que tienen los niños pequeños respecto a las consecuencias de sus actos (subirse a una ventana, tomarse unas pastillas…) junto con la ausencia de temor a realizar ciertas acciones, y en segundo lugar a la falta de destreza motora. A esto se suma que cuanto más pequeño es el niño más probable que un golpe o una intoxicación sea más grave.

Tipo de medidas a adoptar

La prevención de los accidentes es una tarea que puede resultar sencilla y es competencia de los padres llevar a cabo tantas medidas como sean necesarias para proteger a los más pequeños de la casa.

En el ámbito de la prevención se entiende como prevención primaria a las actuaciones que se ponen en marcha antes de que ocurra el suceso, evitando así las consecuencias de que éste hubiera sucedido. Dentro de las medidas a adoptar, las que se conocen como medidas pasivas resultan más eficaces porque tratan de modificar el entorno y no dependen de un error humano.

Por todo ello, debemos realizar una serie de actuaciones que estén encaminadas a evitar que se produzca el accidente.

Caídas y golpes

Las caídas, sobre todo desde cierta altura, son la principal causa de traumatismo craneal en los niños. En casa debemos modificar el entorno para que los más pequeños no puedan subirse a sillas o mesas, poner en marcha sistemas de seguridad que impidan la apertura de ventanas y en la medida de lo posible evitar que duerman en camas con cierta altura desde la que podrían caerse (en caso de que tengas una cama-nido o una litera puedes colocar una barrera). Si tu casa tiene escaleras debes proteger a tus hijos colocando puertas pequeñas tanto en el inicio como en la parte de arriba para evitar que los más pequeños traten de subirlas o bajarlas sin que te des cuenta.

Tambien evitaremos que en el suelo de casa haya objetos con los que los niños puedan tropezar. Ten en cuenta que para un niño de dos años una caja de zapatos es tan grande como para ti un baúl: el traspié puede ser tremendo. En caso de que tengáis alfombras pequeñas puedes poner debajo algún tipo de material antideslizante que impida que se muevan al pisarlas.

Pero aunque estas medidas pueden evitar un alto porcentaje de accidentes, muchos niños se caen porque están dando sus primeros pasos o echan a correr cuando todavía no controlan totalmente su cuerpo.  Para evitar el impacto contra una esquina en una caída tonta podemos cubrir con un cubresquinas los bordes de los muebles más bajos de casa, también podríamos recubrir con papel de burbujas y celo estas esquinas. Puede que no te guste porque no son bonitos pero piensa que es una medida temporal y pronto tu casa volverá a ser como era antes de que nacieran tus hijos  (aunque llena de juguetes…)

Intoxicaciones

En casa hay dos tipos de productos que podrían ocasionar una intoxicación en un niño: los productos de limpieza y las medicinas.

La solución para ambas es muy simple: no dejes nada a su altura y si pueden estar guardados bajo llave mejor. También es posible instalar mecanismos antiapertura comerciales que impiden que las puertas o cajones sean abiertas por niños.

Un error frecuente que puede dar lugar a una intoxicación es el cambio de un producto de limpieza a un recipiente sin etiquetar. Esta práctica es extremadamente peligrosa ya que algún niño podría pensar que está ante agua o algún tipo de zumo y darle un sorbo.

Los botes de los medicamentos suelen traer tapones anti-niño, pese a éstos es mejor que los escondas de su alcance.

Quemaduras

Las quemaduras en casa pueden ocurrir por calor (agua, fuego, aparatos de calefacción o cocina…), electricidad (enchufes, bombillas…) o por productos químicos (estos muy raros en un entorno urbano).

Actualmente existen griferías que controlan la salida del agua. Poseen un sistema de seguridad que impide la salida del agua por encima de 38ºC con lo que se evitaría la quemadura. Este tipo de grifos son los llamados termostáticos.

En las cocinas debemos evitar que los más pequeños puedan acceder a placas vitroceramicas o fuegos de gas. Lo más adecuado es bloquear los mandos para impedir que puedan ser manipulados. Además debemos colocar el mango de cazuelas o sartenes sin que sobresalgan de la encimera para evitar que un niño pequeño tenga acceso a ellas. Los aparatos de calefacción deberían estar cubiertos con algún tipo de mueble que, permitiendo que sigan calentando, impida el acceso a ser tocados.

Respecto a la instalación eléctrica lo más sencillo es tapar los enchufes para que los niños más pequeños no introduzcan los dedos o algún objeto estrecho. Con ello evitaremos electrocuciones y  quemaduras por electricidad. Como es lógico no deben dejarse cables o casquillos de bombilla enchufados a la vista de los niños.

La supervisión como regla principal

Todas estas medidas no serán efectivas si no realizas una supervisión activa de tus hijos. Por mucho que tapemos enchufes, cambiemos griferías o cerremos ventanas, de nada servirá si no estamos pendientes de ellos.

Si sigues estos consejos y aplicas el sentido común conseguirás reducir a un número muy pequeño las situaciones en que tu hijo está en peligro.

Los primeros días en casa después del parto

Tras la larga espera durante el embarazo, el mágico momento del nacimiento, el estrés y las visitas al hospital, llegar a casa con el nuevo bebé es el siguiente paso a seguir. Es un día para recordar: ahora sí que empieza la nueva vida juntos y toca conocerse.

El cuerpo se inunda de emociones, lágrimas del posparto y cantidad de dudas acerca de qué hacer con ese nuevo ser: ¿por qué llora?, ¿tendrá hambre?, ¿la lactancia a demanda es cada 3 horas o siempre que llora?, ¿cuántas veces tiene que hacer pis o caca?, ¿es normal que esté amarillo? o ¿el cordón cuándo se cae, su aspecto seco es normal? Estas son, entre muchas, las dudas que acechan a los padres primerizos y con las que se llenan las consultas de pediatría los primeros días del recién nacido.

Intentaremos ayudaros con las dudas más frecuentes durante esos primeros días:

  • El llanto en el recién nacido suele ser por hambre, hecho que ocurre mucho más a menudo en los amamantados al pecho. La valoración de la alimentación con lactancia materna debe ser cuidadosa y realizada por expertos, incluyendo la técnica de enganche, existencia de grietas, uso de pezoneras, etc. que haga que la transferencia de leche materna no sea la adecuada. Con la mejoría de estos aspectos la mayoría de los niños no necesitarán suplementos de fórmula, por ello es muy importante pedir ayuda y apoyo a la lactancia en los primeros días para que ésta pueda funcionar a la perfección.
  • El  número de pañales habitual que moja un recién nacido en los primeros días es variable pero establecemos un mínimo de unos 5-6 al día. El hecho de encontrarnos con un recién nacido que moje pocos pañales, que la coloración del pis sea muy oscura o de aspecto rojizo (lo que se conoce como uratos) o que tras 4 o 5 días de vida siga realizando deposiciones de aspecto oscuro (marrón o verde) nos puede indicar escasa hidratación del niño. Ante estos datos será necesaria la valoración por un pediatra.
  • La ictericia o coloración amarillenta de la piel y las mucosas (se ve muy bien en los ojos) es muy habitual en los primeros días de vida. Se debe a la todavía inmadura capacidad del hígado  para eliminar la bilirrubina. Aparece hasta en un 60% de los recién nacidos sanos y este porcentaje se eleva cuando existen situaciones como infecciones, bajo peso o prematuridad o en las casos de excesiva pérdida de peso. Será tu pediatra quién haga el seguimiento de dicha condición y quién indique exámenes de la sangre en el caso en el que lo considere necesario.
  • El cordón umbilical no requiere un cuidado especial salvo mantenerlo limpio y seco. Será suficiente con un lavado diario con agua y jabón y un secado posterior que hará que en el plazo de 5-10 días se desprenda sin complicaciones. En el caso de que tenga un olor fuerte, esté muy húmedo o con secreción o la piel de alrededor presenta enrojecimiento será necesaria una temprana valoración por un pediatra.

Estas suelen ser las preguntas más frecuentes de los papás en los primeros días de vida de sus recién nacidos. Ante cualquier duda, lo más importante es pedir ayuda y consejo para poder afrontar sin problemas esta pequeña cuesta arriba que es la llegada a casa y poder recordarlo con cariño e ilusión.

 

 

Mi hijo tiene fiebre, ¿y ahora qué?

La fiebre. Un síntoma más de una infección.

La fiebre es uno de los motivos de consulta más frecuentes en las consultas de pediatría y suele ser un síntoma acompañante de las infecciones que tienen los niños, tanto por virus como por bacterias.

Los padres suelen preocuparse cuando sus hijos tienen fiebre y suelen considerar que es el síntoma más importante de todo el cuadro clínico. Sin embargo, los pediatras lo consideramos un síntoma más y damos importancia a otros signos como el estado general, la dificultad respiratoria o la aparición de manchas en la piel.

¿Qué puedo hacer si mi hijo tiene fiebre?

  • No abrigues en exceso al niño. Es mejor quitarle algo de ropa y que la temperatura ambiental sea agradable.
  • Si está incómodo y la temperatura supera los 38ºC adminístrale un antitérmico. Respeta las dosis y el intervalo que te ha pautado tu pediatra. Ya sabes que no debes alternar paracetamol e ibuprofeno.
  • Ofrécele agua de forma frecuente para que esté bien hidratado.
  • Observa el estado general del niño y la forma de respirar. En caso de que esté alterado es el momento de ir a ver al pediatra.

Mientras esperas a que la infección ceda es prudente que los niños se queden en casa y no acudan a la guardería o al colegio.

¿Qué puedo esperar de la visita al pediatra?

Muchos padres cuando salen de la consulta se van con la idea de que el pediatra les ha dicho que su hijo «no tiene nada» cuando realmente lo que les ha comentado es que la fiebre  por el momento «no tiene foco».

El foco de la fiebre es lo que establece si ésta se debe a un catarro, una otitis o una gastroenteritis… Para ello el pediatra realiza una historia clínica y una exploración física en busca de otros síntomas o signos.

En muchas ocasiones atendemos a niños en las primeras horas de la fiebre, momento en el que es pronto para encontrar el foco y saber de dónde viene la fiebre. Lo prudente en estas ocasiones es que el pediatra te recete un antitérmico y revise al niño en 24-48 horas si persiste la fiebre.

Si por el contrario la fiebre tiene foco, el pediatra te dirá lo que tienes que hacer en función de la infección que tenga tu hijo. La mayoría de las veces serán infecciones sin importancia (los famosos virus) y el tratamiento consistirá en un antitérmico y esperar 2-3 días a que ceda el cuadro clínico.

¿Cuándo debo ir al hospital si mi hijo tiene fiebre?

Como habrás podido leer la mayoría de las infecciones que provocan fiebre son benignas y ceden al cabo de unos días. Sin embargo, hay ocasiones en las que los niños con fiebre deben ser atendidos en el hospital cuando presentan ciertos síntomas:

  • Cuando tu hijo tenga menos de 3 meses.
  • Cuando esté muy adormilado, decaído o muy irritable.
  • Presente dificultad respiratoria o haga ruido al respirar.
  • Tenga manchas en la piel.
  • En caso de que haya convulsionado.
  • Presente vómitos que no le permitan beber a pequeños sorbos.
  • Se acompañe de dolor de cabeza intenso.

Si quiere leer más sobre la fiebre te recomiendo que consultes el Decálogo de la Fiebre (de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria) y la Hoja Informativa de Padres sobre la Fiebre (de la Sociedad Española de Urgencias de Pediatría).